1. Declaro a la alegría como el estado natural y espontáneo de mi vida, la cual está siempre presente y activa. 2. Declaro a la alegría como un don gratuito de Dios en mi vida; ¡Gloria a Dios!!!. 3. Manifiesto alegría plena y total, porque es un resultado de saber que en Cristo Jesús soy heredero de la Vida Eterna. ¡Aleluya!!!. 4. Con alegría ¡todo!, sin alegría ¡nada!. Donde mora el Espíritu Santo, no puede sino haber alegría permmanente. 5. Quiero alegría para compartir con los demás, porque la alegría es el condimento de las relaciones humanas. 6. Alegría, alegría, alegría, es la clave para mantener un espíritu feliz. Yo tengo esa clave, por eso, declaro alegría permanente en mi vida. 7. Alegría, alegría, alegría, es mi derecho de conciencia y de todo ser humano. Lo ejerzo. 8. De la alegría es la llave para comenzar bien este día; esa llave me abre toda puerta, aquí ahora y siempre. 9. Decreto Orden Divino, ¡ahora!, y, paso siguiente: ¡Alegría, alegría, alegría!. La alegría sigue a mi afirmación de Orden Divino, porque es uno de sus frutos inmediatos y duraderos. 10. Me declaro en alegría permanente, rebosante, ilimitada, porque hay en mí, espíritu de alabanza a Jehová; ... ¡aleluya!!!. 11. La alegría la decreto parte integral de mi ser, de manera indisoluble, ilimitada. eterna, de mi ser, aquí, ahora y siempre. 12. Nunca más cederé el terreno de la alegría a la tristeza. Nada ni nadie me podrá quitar el don gratuito de la alegría de Dios en mi vida. 13. Me niego a pasar ningún día, privado de la energía de la alegría, y anulo todo gesto, pañabra o situación que pretende infructuosamente afectar mi alegría ... el poder del Espíritu Santo en mí, fuente de todo don espiritual, es mayor que todo maleficio, y los aleja de mí, ¡amén!!!. 14. Yo soy alegría. Yo soy alegre. Yo mismo provoco mi alegría en mi espíritu de alabanzas a Dios. Irradio alegría. 15. La alegría es el laboratorio donde se procesan mis valores y virtudes; toda la química de mi cuerpo responde a la energia de la alegría. 16. Necesito el bálsamo de la alegría para experimentar la energía de radiantes sonrisas y cautivar a todos con quienes me relaciono. 17. Soy cristiano, soy feliz, soy bendecido, estoy siempre alegre y lleno de gozo espiritual. 18. La alegría me hace rememorar cuán magna herencia he recibido yo de Dios. 19. Nunca más permitiré la tristeza, ni el pesimismo, y persistiré siempre en todo momento y lugar, y ante todos, en mi actitud de mantenerb y potenciar la alegría y el gozo. 20. La alegría le da a mi vida intensidad y propósito. Me hace ser más fuerte espiritualmente; me permite afrontar dificultades con actitud optimista. 21. La alegría me hace marcar la diferencia, en todo lugar, ante todos, aquí, ahora y siempre. 22. La alegría es la regla de combate para enfrentar dificultades. 23. La alegría fluye de cada devocional, de cada comida, de cada saludo, de cada logro, de cada problema superado. 24. Dejo ir a la tristeza y su lugar será ocupado por la alegría, aquí ahora, y siempre, ... ¡amén!!!. 25. Todos y cada uno de estos decretos, afirman mi subconciente a responder siempre con alegría a toda situación, y a condicionar mi conciencia hacia la eterna actitud de alegría ante todo y ante todos. ¡Amén, amén, amén!!!
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